ABCdario / DESTINO MANIFIESTO

Por Víctor Octavio García

 

* Declaratorias ambientalistas

 

ABCdario está por redactar una especie de 18 Brumario donde queden registradas las fechas trágicas de los sudcalifornianos, el solo hecho de pensar en un compendió de citas apocalípticas resulta inverosímil pero no lo es, es una realidad inocultable que vas más allá de una premonición de malagüero difícil de entender y digerir. Vamos por parte.

En el gobierno de Peña Nieto de pronto apareció una mortandad de tortugas amarillas en el golfo de Ulloa, poco después una varazón de almejas, nadie dio una explicación de aquel raro fenómeno que ante la opinión pública se sembró la filosa percepción que se trataba, nada más y nada menos, que de ecocidios provocado por los pescadores, después de esos extraños e inexplicables incidentes la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CNANP) ¡Palos! declara varios polígonos en la zona como refugios pesqueros, saca a los pescadores del área, dictan medidas compensatorias otorgándoles despensas y algo así como becas en efectivos a los pescadores desplazados quedando isla Magdalena, el complejo lagunar y el codiciado Cabo San Lázaro libre de pescadores, ni antes ni después de esa mortandad de tortugas amarillas y varazón de almejas se ha vuelto a presentar el misterioso fenómeno ¡Quihúbole!.

Con las declaratorias de áreas naturales protegidas las sierras de La Giganta y Guadalupe -primero van por La Giganta- se pone en práctica una estrategia de gran calado un tanto parecida a la que implementaron en pequeña escala en el golfo de Ulloa, de ahí que declarar ambas sierras como áreas naturales protegidas esconde insanas intenciones de sacar a los pescadores que se encuentran sobre el litoral del golfo con el peregrino y falaz pretexto de que no aportan ni el 2% al Producto Interno Bruto, dejando las sierras como reservas de agua dulce para futuros desarrollos turísticos, en tanto el golfo destinarlo para la navegación exclusiva de embarcaciones y pequeños cruceros turísticos.

Parte importantísima de esta estrategia es cambiar el puerto de altura de Pichilingue a San Juan de la Costa, a fin de dejar libre la bahía y ensenada de La Paz del tráfico de cruceros y cabotaje de carga y descarga, de hecho la sorpresiva visita del presidente López Obrador a San Juan de la Costa no fue para supervisar la planta de fertilizantes de Rofomex como se ha dicho, sino para conocer físicamente la zona donde se construirá el nuevo puerto de altura.

Este mega proyecto no es nuevo, data de al menos diez años, Peña Nieto solo abonó en hacer las declaratorias de refugios pesqueros en los complejos lagunares de isla Magdalena y hasta allí, por fortuna no se atrevió hacer las declaratorias ambientales de las sierras de La Giganta, Guadalupe ni del golfo de California que el presidente López Obrador está empeñado en cristalizar, Peña Nieto titubeó porque no tenía base social, su respaldo era apenas del 12% según mediciones de ese entonces, pero el presidente López Obrador aún conserva un buen nivel de base social y aprobación.

Quienes piensen que la iniciativa y la decisión es local están equivocados, esto viene desde muy arriba, desde la presidencia de la República, aunque el capricho sea de Cristy Walton, la mujer más rica del mundo, lo curioso es que quienes la complacen y van en hoja de ruta de cumplirles sus sueños a la señora Walton no son gobiernos conservadores ni del pasado, sino gobiernos de izquierda que hoy ostenta el poder. ¡Échense ese trompo a la uña!

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