ABCdario / TOUR

Por Víctor Octavio García

 

En mi familia los gustos varían radicalmente, de extremo a extremo; mi hija vacacionó en Europa, mi señora hizo lo propio en Guadalajara, Jal., y Francisco, “mi pequeño demonio”, trae planes de ir a Europa el próximo año, para un servidor las exigencias son mucho menores, y puede que lo disfrute igual….o más; quiero pasarme unos días en Los Llanos de Kakiwui para recorrer en bestia (caballo) el viejo camino real que une a Los Llanos con el campo pesquero Los Burros (Ensenada de Cortez), camino ligado estrecha e íntimamente a la dura historia de estas apartadas comunidades asentadas en la zona serrana del norte de La Paz, desde luego, sí el Señor me presta vida y salud; realizarlo a plenitud y conciencia, verbigracia como un explorador observando cada rincón, cañada, loma, portezuelo, cantil y partes planas del mítico territorio (antiguo asentamiento indígena) que recorrieron los guaycuras en su nómada peregrinar, antes y después de las épocas de Mejibó (pitahaya).

Más allá de satisfacer un capricho o una obsesión personal está un genuino interés de identidad que me atrae poderosamente por el miticismo que esconde y encierra esta zona que dio vida a nuestra comunidad de sangre; he escuchado infinidad de historias, relatos y leyendas que han perdurado hasta hoy gracias a la tradición horal que se trasmite de generación en generación y de boca en boca, de las largas travesías que hicieron nuestros ancestros (indios) y antepasados en busca de sustento, en aras de mantener a salvo su propia supervivencia.

Realizar la travesía pensando productivamente, es decir, ver la posibilidad de promover turismo de senderismo que respete y conviva armoniosamente con el medio ambiente, en la convicción de que BCS no es solo sol y mar, sino mucho más; romper con añejas prácticas depredadoras y voraces que se producen en los destinos con playa y sol, ojalá prospere mi idea, idea que tengo tiempo redondeándola con el fin de que mis amigos rancheros de esa zona cuenten con una opción que les permita obtener un ingreso extra; armar grupos de 5 o 6 persona que gusten de aventuras, explorar, observar la naturaleza, tomar fotos, videos, etc., cobrándoles una cuota de recuperación y que está quede en manos de los rancheros que los atiendan y guíen; que coman lo que se come allá, duerman allá, se bañen con baldes y vasos  como se hace allá con agua calentada con leña, que convivan tres o cuatro días las costumbres y experiencias de nuestros rancheros disfrutando un caldo de palomas pitahayeras, machaca de liebre, arroz con frijol, machaca de mantarraya, sopa con frijol, chivo asado, birria de chivo, queso de chiva, mantequilla de chiva, tortillas de harina y café de grano colado en talega; la idea no es descabellada.

La idea la he compartido con las dos familias, las únicas dos familias que habitan la inmensidad de Los Llanos de Kakiwui, que ellos se encargarían de atender a los visitantes facilitándoles la comida, baño y donde dormir; conseguir las bestias (caballos o machos) con sus respectivas monturas y un guía que los acompañe en la travesía; realizar el recorrido a caballo de Los Llanos de Kakiwui a Los Burros cuya recorrido se lleva cuatro horas de ida y cuatro horas de regreso cruzando el mítico territorio de Umi, pernoctar en Los Burros lo que significaría comer ese día y desayunar al día siguiente en el campo pesquero para emprender el regreso a Los Llanos de Kakiwui.

Para emprender algo nuevo solo se necesitan dos cosas; iniciativa y voluntad, así que no hay porqué quebrarse la cabeza; comparto públicamente mí idea con el único propósito de trabajar empatías y socializar tal iniciativa, hasta hoy solo está pincelada a groso modo en mi mente, ojalá se concretice. ¡Qué tal!.

Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a victoroctavioBCS@hotmail.com