CLAROSCUROS / ¿QUÉ LLUEVA?

Por Salvador Castro Iglesias

 

Cada año acá en la Península de Baja California Sur, México, entre los meses de agosto y septiembre (a veces hasta el mes de octubre), se generan lluvias que aisladas y poco frecuentes nos traen muchos beneficios.

Beneficios ocasionados porque en estas áridas regiones no contamos con muchos ríos que alivien la sed tanto de sus habitantes así como del ganado que cada año claman por ese vital recurso.

Salvo el río de San José del Cabo, el de Mulegé y el de San Ignacio, poca agua se puede obtener por estos rumbos. Así que para obtenerla se deben perforar pozos muy profundos para la sobrevivencia de quienes aquí habitamos.

Así que cada año esperamos con ansias la llegada de la temporada anual de lluvias que casi siempre llegan acompañadas  o como resultado de tormentas, ciclones o huracanes y que rogamos no destrocen nuestra geografía, nuestras viviendas, comercios, calles, avenidas y demás.

No quisiera hacer un recuento de los daños que causaron los ciclones, Liza y Odile en el pasado, pero que en verdad nos afectaron y solo el triste recuerdo queda de su paso.

Una vez más me pregunto ¿Por qué los Gobiernos han hecho tan poco por crear infraestructura para contener los ríos de agua de lluvia que cada año van a dar al mar? Con las honrosas excepciones del Gobernador A. Alvarado Arámburo y Marcos Covarrubias no he visto algún nuevo plan hídrico para Baja California Sur.

Se bien que el tipo de inversiones que se requieren para construir retenes, presas y represos son elevadamente altos y que en un solo período de Gobierno llevarlas a cabo sería muy complejo, y también que cada Gobierno ha aportado su granito de arena no solo para ello, también en obras para producir energías limpias y mucho más económicas para surtir a la población como lo hizo el hoy ex gobernador Carlos Mendoza Davis.

No veo hasta el momento muchas opciones para dotar de agua a los Sudcalifornianos, potabilizar agua de mar es una alternativa pero de costos muy altos y con el problema subsecuente de darle un destino ecológico a la salmuera que resulta de este proceso.

Al crecer la población se hace obvio que el consumo de agua potable es mucho mayor, y la búsqueda de alternativas para resolverlo son pocas, pero sería interesante ver como países como Israel o los Países Árabes están resolviendo ese problema.

La verdad si, que llueva y llueva y llueva hasta que los mantos acuíferos se regeneren, pero eso solo sería parte de la solución.

En otra entrega mencioné que en la ciudad de La Paz, una gran cantidad del vital líquido se desperdicia por el mal estado de la red de agua potable, vieja y obsoleta, también la cultura en el cuidado de la misma por parte de los habitantes no es precisamente la mejor y para ello es importante poder retomar las campañas para el cuidado del agua.

Definitivamente es importante que llueva, aunque las calles de nuestra ciudad se inunden y queden atascadas de lodo y de sus respectivos baches que nacerán posteriormente, poniendo en aprietos a los encargados de la limpieza y del bacheo de las calles.

Que llueva si pero que esto sea un recordatorio de que gracias a los fenómenos naturales debemos de hacer algo para recolectar en lo posible ese líquido que se va al mar mientras lo vemos correr por nuestras calles (antes arroyos).

Que ya no se autoricen más desarrollos habitacionales, hoteleros y turísticos hasta no tener la manera de suministrarles agua y no andar ordeñando la red y los pocos pozos que tenemos para hacerlo.

Gran y complejo problema hereda esta nueva administración que este 10 de septiembre se hará cargo del destino de BCS.

Interesante y muy loable sería se hiciera un gran foro para buscar alternativas para resolver el problema del agua, pues de nada servirán los planes y proyectos de desarrollo si no se cuenta con agua.

Contamos en BCS con un Instituto Tecnológico, una Universidad Tecnológica y la Máxima Casa de estudios, en donde seguro estoy que podrán encontrar a excelentes Ingenieros y excelentes propuestas y alternativas para lograr resolver o al menos intentar resolver el problema en el abasto y suministro de agua a toda la población.

El reto será hacerlo, reunir a Instituciones Públicas, a la sociedad civil y a los expertos en la materia, solo se requerirá buena voluntad y las ganas de llegar a buenos acuerdos, consensos y proyectos que sean realizables en el corto, mediano y largo plazo.

Si, que llueva, porque agua es lo que nos falta cada día más y esto no puede postergarse, se deben tomar ya las medidas necesarias para subsanar este problema y todos habremos de poner nuestro granito de arena para lograrlo, juntos, Gobierno y Sociedad.

Nos leemos más adelante …