Por Víctor Octavio García
En el ejido Tepentú todo transcurría sin contratiempos y sin problemas; los seudo ambientalistas protegidos bajo la sombra de la sociedad de historia natural Niparajá “grillando” con las “hornillas ecológicas ahorradoras de leña” para agandallarse tierras ejidales, costas, sierras, playas, terrenos nacionales y ojos de agua dulce, y el presidente del comisariado ejidal malbaratando la tierra y los recursos cinegéticos del ejido protegidos por UMAs -borrego cimarón y venado- sin rendirles cuentas a nadie, mucho menos a la asamblea, ¡Ah! pero hace cosa de medio año que se les “cae” el teatrito al resultar electo Narciso Gaxiola Geraldo presidente del comisariado ejidal, uno que no era de los suyos sino uno de los contrarios que llevaba más de veinte años compitiendo sin éxito por la presidencia del comisariado ejidal; el “gallo” que traía el comisariado ejidal y los seudo ambientalistas de Niaparajá perdió de calle, vergonzosamente, ni las manos metió.
Hoy está por escribirse otra historia, una historia que reivindique los derechos ultrajados de los ejidatarios que fueron traicionados por sus propios representantes a lo largo de más de vente años con la venta indiscriminada y discrecional de tierras ejidales, playas, costas, sierras y ojos de agua dulce, el manejo de las UMAs del borrego cimarrón y del venado es otra historia paralela de engaños, abusos y saqueos a más no poder de los que ha sido objeto el ejido y sus integrantes, los 20 borregos cimarrones que sacaron en condición de prestados de la zona serrana la sierra del Coyote para repoblar la isla del Carmen, en Loreto, se cuenta como leyenda; los borregos nunca los regresaron ni se vio ni un cinco de tan sigilosa y sospechosa operación.
Hoy la pelea es y será contra de los órganos agrarios que se mantienen remisos en reconocer a la nueva mesa directiva del ejido, el RAN en franco contubernio con la Procuraduría Agraria, le han dado dilación a la entrega del acta de reconocimiento de la nueva mesa directiva, y en eso de “espérame tantito” llevan casi medio año, demasiado tiempo para “actualizar” una simple acta de asamblea que no tiene mayores complicaciones, sabemos por un sencillo recuento de daños que se ha levantado, con actas y sin actas, que esto “jiede” mal, muy mal, de allí que el RAN y la Procuraduría Agraria al no querer solitos se han alineado con los saqueadores que abusaron por años del ejido y que hoy, al amparo de las complicidades con los propios órganos electorales se sienten protegidos.
Y esto apenas empieza…… ¡Échense ese trompo la uña!
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