BALCONEANDO / ¡PAPELITO HABLA!


Por Alejandro Barañano

 

La alcaldesa MILENA QUIROGA ROMERO está metida de lleno en un tremendo vericueto, pues se suponía que la empresa BAJA VIBES o MODACLEAN sería la organizadora y quien pagaría el espectáculo de Chayanne en las fiestas de CARNAVAL 2025, y que por su parte el AYUNTAMIENTO DE LA PAZ solo fungiría como un gestor y no como prestamista de 18 MILLONES DE PESOS para que la empresa privada pueda hacer negocio con la presentación del cantante boricua.

Ahora bien, para comenzar se sabe que el AYUNTAMIENTO DE LA PAZ no cuenta con recursos, que su recaudación es por demás raquítica y que prácticamente ya se comieron el presupuesto del ejercicio 2024 desde septiembre pasado. Luego entonces uno se cuestiona: ¿Por qué se aventaron la bronca de la contratación de Chayanne?

Sin respuesta todavía a ello, se sabe que el 25 de octubre pasado sesionó el Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Ayuntamiento de La Paz, en la que se tocó como tema principal el oficio DGlyD/ADMON/107/24 mediante el cual JEHÚ FERNANDO VÁZQUEZ SAVIN, titular de Inclusión y Diversidad –y quien se dice está vinculado con la empresa BAJA VIBES– solicitó la contratación de ELMER FIGUEROA ARCE, o sea Chayanne.

A pesar de que en esa reunión se habló de que había una INSUFICIENCIA PRESUPUESTARIA por parte del Ayuntamiento, se acordó que se solicitaría un préstamo ante circunstancias y condiciones extraordinarias, razón por lo cual el GOBIERNO DEL ESTADO se supone los apoyaría con el 50 por ciento del costo del evento, esto en calidad de préstamo.

Tan es cierto lo anterior, que MILENA QUIROGA ROMERO fue a la Secretaría de Finanzas a pedir los 18 MILLONES DE PESOS para atender supuestamente necesidades urgentes, los cuales en realidad se utilizaron como anticipo para la contratación del artista, lo que por cierto molestó en demasía a la secretaria de Finanzas y Administración del Gobierno del Estado, BERTHA MONTAÑO COTA, y la razón fue por demás obvia, pues los 18 MILLONES DE PESOS fueron a parar a la chequera de BAJA VIBES S.A de C.V. para traer el espectáculo Chayanne. ¡QUIHÚBOLE!

Cabe mencionar que curiosamente este “trueque monetario” salió a nombre de MODACLEAN, pero la OFICIALIA MAYOR DEL AYUNTAMIENTO DE LA PAZ se reservó hacer pública la razón social de la operación monetaria, lo que da a entender por obviedad se trata de la empresa y BAJA VIBES S.A. de C.V. pues son lo mismo.

Luego entonces de confirmarse que BAJA VIBES no sólo está vinculada con los servidores públicos municipales, sino que además es una burda falsa de la empresa MODACLEAN S.A. de C.V., se estará violentando claramente la LEY DE ADQUISICIONES al no ser una compañía local como se establece en la misma.

Pero ahí no para la cosa, pues MODACLEAR, o sea a la que pagó MILENA QUIROGA ROMERO por el artista, resulta que es una empresa que se dedica a la venta de equipo de cómputo, tal y como se puede observar en el vaciado de facturas de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de la Zona Conurbada de la Desembocadura del Río Pánuco en el Estado de Tamaulipas, lugar de donde es originaria la polémica empresa privada.

El uso de los recursos públicos, según las leyes de disciplina financiera, transparencia y rendición de cuentas, deben de usarse exclusivamente para los fines establecidos en el presupuesto aprobado y para las atribuciones de carácter de servicios municipales; por lo que el préstamo a un tercero con la expectativa de reembolso puede considerarse un DESVÍO DE RECURSOS pues obviamente no es una función municipal asumir los riesgos financieros relacionados con actividades comerciales privadas.

Y lo digo porque el tal Chayanne fue contratado con RECURSOS PÚBLICOS, y la venta de los boletos será un recurso privado al ingresar directamente a una cuenta de particulares, maniobra que sin duda alguna será señalada en cualquier auditoría que se practique.

En síntesis, el AYUNTAMIENTO DE LA PAZ no debe actuar como un intermediario comercial de nadie, pues su función principal es ATENDER NECESIDADES SOCIALES y no financiar actividades de lucro privado, lo cual puede ser interpretado como un conflicto de interés o un desvío de recursos, por lo que veremos que pasa; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .