Por Víctor Octavio García
A inicios de los 80’s, recién iniciado en este oficio me preguntaba ¿hasta cuándo los sudcalifornianos dejaremos de escribir historias chatas del estado, de eso han pasado cuatro décadas y esto como quien dice apenas empieza; el vergonzoso caso del diputado violador da cuenta de que esa añeja preocupación era tan real y demoledora como la lapidaria sentencia de José López Portillos de que estábamos por convertirnos “en un país de cínicos”.
Se ve cada cosa en este estado que no nos extrañe ver un día volar a Supermán; acosadores y violadores sexuales erigidos en diputados, psicópatas y neuróticos de secretarios del gabinete y analfabetas funcionales convertidos en funcionarios, y en medio del muladar los sudcalifornianos al garete. ¡Triste historia!.
Eso queríamos y eso tenemos; lo peor fue abrir las puerta de par de par de BCS y ahí están las consecuencias; avasallados, atropellados, ninguneados y sobajados por nuestros propios hermanos de sangre; hoy somos –sudcalifornianos– una minoría testimonialista en nuestra propia tierra, y de esa minoría marginal una buena parte se alía o entra en complicidades con el arribismo, por fortuna la gran mayoría de que han llegado a nuestra tierra son personas de bien que se han integrado al estado contribuyendo con su esfuerzo al desarrollo de BCS, ¡ah! pero se cuela cada cabrón como es el caso de diputado incriminado en delitos sexuales.
Desconozco que tanta disposición tenga el dip. Pérez Cayetano para limpiar su honor y la imagen del partido que lo postuló, y si de verdad existe voluntad de ceñirse a la ley y dejar a salvo el decoro institucional, el sentido común recomienda, primero; que solicite licencia como diputado local para afrontar y enfrentar sin fuero las serias acusaciones que se le hacen, segundo; que sea su propia bancada en el Congreso local (Morena) ora sí que por razones de moral pública le retire el fuero para que sea investigado como cualquier paisano, tercero; que la Procuraduría General de Justicia en el Estado le dé celeridad al caso –investigación– y de encontrar elementos probatorios turne de inmediato el caso ante un juez y solicite la orden de aprehensión a la par con una solicitud ante el Congreso del Estado a fin de que se constituya en juzgado de procedencia. (Esto, sin dejar la lado que el fuero no es para burlar la ley y menos la ley penal, sino para que no pueda ser reconvenido por sus expresiones públicas; en el caso de servidores públicos que señala la Constitución del Estado en los artículos 158 y 159, si la PGJE turna la denuncia al Juez penal el caso queda en manos del Congreso del Estado y es el Congreso del Estado quien decidirá someterlo juicio político o juicio de procedencia.
Que no pasé lo que ocurrió en la legislatura pasada (XV), donde la mayoría morenista arropó y protegió al ex dip. Esteban Ojeda Ramírez señalado y acusado de acoso sexual; hoy el incriminado cobra como flamante sub secretario del Trabajo en el actual gobierno. ¡Qué tal!.
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