Por Ariel Vilchis
La inseguridad constituye uno de los grandes problemas de México y en Baja California Sur -según la última encuesta del INEGI sobre victimización y percepción sobre seguridad- los sudcalifornianos consideran la inseguridad como uno de los problemas que los aquejan hoy en día junto con el desempleo y la salud.
Pese a que la violencia de alto impacto ha disminuido considerablemente en nuestro estado, la inseguridad que se vive en la actualidad es por el aumento de los delitos del fuero común, es decir, aquellos que afectan habitualmente a la población: robo, homicidio, violación, secuestro y fraude. En total, suman más de 90% de la actividad delincuencial.
Es cierto pues, que la tasa de crecimiento de la violencia e inseguridad se ha desacelerado, pero no ha disminuido su nivel y los datos no apuntan a que la vaya a disminuir en el 2021. Aquí algunos datos duros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública relativos la incidencia delictiva del fuero común en Baja California Sur:
En estos datos encontramos que los homicidios (dolosos/culposos) en nuestro estado van a la alza; ya de enero a mayo de este año se han registrado 52, diez más que el año pasado en el mismo periodo. De la misma forma, en el mismo periodo, el delito de secuestro ha incrementado de uno el año pasado a 4 en lo que va del 2021. El abuso sexual y las violaciones no han disminuido y el delito de fraude también se incrementó en lo que va del año con 464 casos respecto a los 394 registrados en los primeros 5 meses del 2020.
Lo anterior es preciso comentarlo porque estamos a un par de meses de que inicie un nuevo gobierno en Baja California Sur y, si bien no podemos hablar de una política de seguridad fallida hasta el momento, las fuerzas de seguridad no han logrado reducir los índices de delito y será necesario replantear la estrategia de seguridad ya que mucho dependerá de ello la gobernabilidad y estabilidad social y política de nuestro estado en los próximos años.
Necesario será para los próximos gobernantes buscar estrategias de acercamiento con la comunidad, lograr más profesionalidad en los cuerpos de seguridad estatal y municipal e incluso la participación activa de la ciudadanía. Ya que hasta el momento, según la ENVIPE 2020, la percepción de confianza de la ciudadanía en las corporaciones de seguridad estatal ocupa el lugar quinto y sexto, identificando a la marina como el primer nivel de confianza
De tal manera que el reto por venir para el nuevo gobierno será, sin duda, disminuir los índices de incidencia delictiva así como mejorar los procesos de investigación para que los ciudadanos realmente tengan acceso a la justicia. Es un reclamo social.
Ya veremos qué sucede, es mi opinión, al tiempo…
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