ABCdario / EL “PRIETO” SOSA

Por Víctor Octavio García

 

Existen infinidad de anécdotas atribuidas al “Prieto” Sosa, icono del ranchero sudcaliforniano; entre los cazadores, viejos y de nuevo cuño, hay un dicho que reza; “el que no conoce al “Prieto” Sosa no es cazador”, y vaya que hay mucho de leyenda y de mito; su nombre de pila Manuel Alameda, más conocido como “Prieto” Sosa, buen hombre, bien intencionado, ranchero sin mezclas, forjado en la chinga diaria, conocedor como pocos de las zonas (montes) más recónditas de valles, ancones, sierras, cañadas, arroyos y médanos del norte de La Paz, noble, sincero, ingenuo, sin malicia -cree todo lo que le dicen- a grado de pecar de inocente; durante un largo tiempo lo visite con mucha frecuencia cada fin de semana, cada quince días, en veces iba solo, en ocasiones con Isidro Ruiz, Ángel de la Toba, Víctor Guluarte, Victor Manríquez y Alfonso “Pasy” Real, más de las veces me quedaba dos o tres días en el rancho que aprovechaba para salir a buscar un “hijuelachingada”, pitahayar, hacer leña o simplemente tirar “hueva”, comer y dormir, un rancho que me gusta por lo solo y aislado, muy llovedor aunque rara vez se ven venados no así seguido se escuchan “liones” (pumas) no se diga coyotes, gatos monteses, zorras, tejones, babisuris, mapaches, burros mesteños, palomas pitahayeras o de ala blanca, allí he comido uno de los caldos más sabrosos de paloma con arroz y papás; hasta eso, y lo digo con mucha pompa, el “Prieto” tiene muy buen sazón,  lo de cada quien.

En una de mis visitas lo encontré muy encabronado, traía una ceja arqueada como María Félix, parco para hablar, haciendo muchos gestos y muecas con la cara, me extrañó y le pregunte ¿qué pasó “Prieto”, que mosca te picó?, levantó la vista, se me quedó viendo un par de segundos y me contestó; “un “hijuelachingada” que anda hablando de mí, lo gúa a matar al hijuelachingada”, más allá de su parca explicación no me dio más detalles, obviamente me quede con la duda, ora si como dice el clásico, de la duda, duda queda.

No es sino hasta la siguiente semana cuando me entero de lo que realmente había sucedido, como lo visitan muchos cazadores y amigos, estos grandísimos cabrones se enteraron que traía problemas con un ranchero y urdieron hacerle una maldad, sabían que seguido bajaba al Sauzoso donde viven los Savín, la familia de doña Cuca su esposa, a llevar pescado para el rancho o sencillamente a visitar a la familia, en veces a pie en ocasiones a caballo recorriendo una vieja vereda sobre los cañones del arroyo del Sauzoso, vereda que solo él la transita o algún desbalagado cazador, la “palomilla” conociendo la bronca que traía urdieron hacerlo enojar; un día en la “venadeada” acamparon cerca de la vereda transitada por él en su ir y venir al Sauzoso, recortaron las tapaderas de varios cartones donde viene la leche Carnation y con un plumón pusieron leyendas “Chinga tu madre Prieto Sosa”, “el Prieto Sosa es puto”, “el Prieto Sosa es mala paga”, “el Prieto Sosa es sinvergüenza”, “El Prieto Sosa es culero”, etc., y los colgaron en los cardones sobre la vereda transitada por el “Prieto”, cuando pasó los vio y se encabronó sin maliciar que era obra de la pinche “palomilla”, de ahí que le dio rienda suelta al coraje, duró varios días con la “muina” (encabronado) que con el tiempo se le paso.

Hoy eventualmente lo visito, muy a la larga, la última vez que lo visite Ángel Gajón, el Pasy Real y un servidor preparamos un sabroso caldo de corvas con frijol (como se observa en la foto), lo vi cansado, perdió la visión en un ojo por un golpe que se dio y el otro ve muy  poco por cataratas mal atendidas, trae problemas en una rodilla por la edad y el trabajo, en el fondo sigue siendo el mismo 0que conocí hace muchos años, tiene muy buena mano para hacer queso y darle sazón a la comida, allí he disfrutado días inolvidables alejado del “bullicio y de la falsa sociedad”; vayan estas modestas y sinceras líneas como un reconocimiento y expresión de gratitud a un buen hombre, a sus esposa doña Cuca Savín y a toda la “palomilla” brava con quienes he compartido momentos irrepetibles en “El Aguajito de Moreno”. ¡Enhorabuena, que Dios los siga prodigando de bendiciones!.

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