BALCONEANDO / “EL PRI DE NEGRO”

Por Alejandro Barañano

 

El 22 de junio pasado se informó que la bancada de Morena en la COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO DE LA UNIÓN presentó una iniciativa de reforma a la Ley Sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, y en ella se contempla prohibir que cualquier partido, persona física y asociaciones políticas puedan usar los colores del lábaro patrio en sus emblemas.

Queda claro pues que la prohibición tiene un destinatario en concreto: el PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL. ¿Quién más? La reforma, de aprobarse, será de aplicación inmediata por lo que incidirá en el logo con el que PRI se presentará en las elecciones a celebrar en 2023 en el ESTADO DE MÉXICO y en COAHUILA.

Con lo anterior dos cosas son seguras: La primera, que el CONGRESO DE LA UNIÓN sí está facultado para modificar la ley mencionada pues existe un precepto constitucional que se lo permite para legislar sobre las características y uso de la Bandera, Escudo e Himno nacionales. (ARTÍCULO 73, FRACCIÓN XXIX. B).

La segunda, que a Morena le alcanzan y le sobran los votos para aprobar leyes ordinarias o para modificarlas, entre otras, la citada Ley sobre la Bandera, Escudo e Himno Nacional. Como están las cosas políticas, nadie puede impedírselo. Podemos dar por hecho que no terminará este año sin que veamos al PRI con un nuevo color.

En el PRI y en otras organizaciones gremiales donde se utilizan los colores patrios, ya no podrán alegar que esa ley tendrá efectos retroactivos; tampoco argumentar que se les priva de un derecho adquirido en violación a lo dispuesto por el artículo 14 constitucional. Si lo hacen, NO ESTARÍAN EN LO CORRECTO.

Luego entonces y puesto que por virtud por lo dispuesto en la LEY ELECTORAL, cada partido debe adoptar un color que lo distinga de los demás, y dado que el guinda es un monopolio de Morena, el azul y blanco de los panistas, el anaranjado de Movimiento Ciudadano, el verde de los ecologistas, el amarillo del PRD y el rojo del Partido del Trabajo, me da la impresión que todos los colores medianamente aceptables ya están asignados, por lo que solo quedaría por repartir el negro, que según los que saben no es color, pero el rosa y el lila sí lo son, pero dudo muchos que los priistas quieran optar por uno de esos.

Se imagina lo bonito se verían los machos priistas, los broncos revolucionarios, los de pelo en pecho como lo fueron PLUTARCO ELÍAS CALLES, GONZALO N. SANTOS o un RUBÉN FIGUEROA FIGUEROA identificándose con el color rosa. O bonitos se podrían ver también MANLIO FABIO BELTRONES o MIGUEL OSORIO CHONG usando chalecos y gorras en color lila. Sólo eso les faltaba.

En la definición del color, si bien las MUJERES PRÍISTAS van a poder opinar y ellas no le harían el fuchi a los colores rosa o lila, lo cierto es que el voto masculino terminará por prevalecer, y ahí será donde “torcerá el rabo la marrana”.

Ha como van las cosas, no les va a quedará de otra a los priístas más que aceptar como distintivo de su organización política el color negro, lo que sería un mal presagio pues negro sin duda alguna será el destino que les espera; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .