Por Alejandro Barañano
Son muchas las voces que han venido alertando sobre la poca disponibilidad de agua que hay para la ciudad de La Paz, además de que es real el agotamiento del vital líquido en el transcurso de las próximas dos o tres décadas, esto cuando la población paceña se duplique.
Ante ello, es necesario que los tres niveles de gobierno, los representantes populares, locales y federales, así como la sociedad civil, empiecen a tomar medidas efectivas para enfrentar esta situación, ya que de no hacerlo se convertirá en un complejo y por demás terrible problema social.
Tan mal andamos en este rubro, que el paro de protesta que organizaron hace unos días atrás los “piperos” de La Paz, benefició a la mayoría de la población pues mejoró la presión y llegó más agua a los domicilios.
Esto anterior lo confirmó el director general del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento, Juan Carlos Graciano, quien expuso que lo dicho ya ha sido corroborado técnicamente.
Pero vayamos por partes para entendernos mejor, pues los días en que no trabajaron los “piperos” en la Base 1 de la empresa paramunicipal, ubicada esta al final de la calle Isabel La Católica a la altura de la calle Morelos muy cerca del centro del “Puerto de Ilusión”, se incrementó el bombeo debido a la gran cantidad de agua que fluyó por el acueducto.
Luego entonces, y de manera insólita, fue notable la diferencia respecto a la disponibilidad del agua, esto porque la tubería se mantuvo llena, no se vació, y cuando se dejó de inyectar el líquido a la zona sur y se aplicó en la zona norte, la tubería se mantenía con el caudal necesario. ¡Quihubole!
La contraparte, o sea los “piperos”, recientemente hicieron acto de presencia frente a la Dirección General del Agua Potable y Alcantarillado, bloqueando con sus pesadas unidades las céntricas calles así como también la Normal Urbana, ello luego de que se demostró que habían estado vendiendo agua extraída de una toma clandestina que se ubica en la zona del Parque Industrial, sin embargo en todo momento argumentaron que no eran huachicoleros. ¡Mira Pues!
Una vez que generaron el caos y la afectación directa en perjuicio de la sociedad con su actuar, los “piperos” exigieron hablar con el titular de la dependencia, y tras acceder a regañadientes se montó una reunión en el interior del organismo operador, donde los huachicoleros pidieron que se les permitieran realizar más viajes de agua, incluso extraerla de la garza que se ubica en la colonia 8 de Octubre, lo cual obviamente no era posible pues restarían aún más la presión al acueducto.
Así que al quedar al descubierto el huachicoleo de agua que vienen realizando los “piperos”, fue que nació la conjetura y el resquemor de que están comprando agua barata, incluso extraídas de las tomas oficiales para así venderla a precio mucho más elevado a las grandes empresas, dejando con ello en segundo plano a los ciudadanos que realmente la necesita.
Más sin embargo en entrevista para los medios, Juan Alberto Ceseña Castro, uno de los líderes de las asociaciones de “piperos”, afirmó que su protesta era por la falta de acceso al agua y que por ende les impide realizar su trabajo, cosa que no es verdad.
¿Por qué? Bueno porque la razón de que han sido llamados huachicoleros es porque sus actividades la hacen a través de una toma clandestina donde un particular les otorga el agua a un precio más bajo. Sí, así es, se trata del pozo conocido como “Hérdez” donde el Ayuntamiento de La Paz identificó acciones que denominó de clandestinaje, ello a través de un estudio para el Manejo Integrado del Agua que ordenó para planificar acciones para administrar el vital líquido.
Y es que de acuerdo con el documento de una empresa que se hace llamar “Acarreo de agua dentro y fuera de la ciudad”, y que está a nombre de José Edgar Fiol Collins, se oferta una tarifa menor por cargar pipas en la garza del pozo en cuestión, clasificado como ya dijimos como clandestino por el citado estudio.
Las manifestaciones concluyeron y a final de cuentas no se lograron resultados, pero reportes en la zona del pozo indican que las actividades de acarreo de agua continúan sin que se les ponga un alto, y a decir de las autoridades no pueden hacerlo pues se trata de una toma clandestina. En pocas palabras: ¡Qué se joda el pueblo! Bonita cosa; por lo que quien esto escribe mejor seguirá BALCONEANDO. . .