Por Alejandro Barañano
Durante su tradicional conferencia mañanera, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR confirmó que sostendrá una gira de trabajo por el norte de Baja California Sur el próximo fin de semana, esto con la intención de visitar la empresa EXPORTADORA DE SAL en Guerrero Negro.
Esta visita a muchos ha llamado poderosamente la atención, pues el PRESIDENTE DE MÉXICO ha estado denunciado desde tiempo atrás que la mina de sal conformada por inversión privada y estatal ha sido saqueada y que presenta adeudos por malos manejos administrativos de gobiernos anteriores.
Sin embargo y a pesar de todo lo que se pueda decir, en la última década lo único inamovible en la salinera ha sido KENTARO NAGO, el director adjunto que hace las veces de delegado de MITSUBISHI CORPORATION, tenedora del 49 por ciento de las acciones de la paraestatal asentada en la zona conocida como Bahía Ojo de Liebre.
En ese lapso, la empresa ha tenido a media docena de directores y el mismo número de auditorías sobre el desempeño y la gestión financiera de la mina a cielo abierto, sobre todo por el aparato burocrático que es nombrado desde la SECRETARÍA DE ECONOMÍA, pero con dos sexenios atrapada por las disputas de grupos antagónicos.
O sea, que ni lo viejo se fue por completo, ni lo nuevo acaba de llegar. Luego entonces: ¿QUIÉN MANDA EN LA EMPRESA? Pues parece que muchos al principio y nadie la final.
Por ejemplo, JORGE HUMBERTO LÓPEZ PORTILLO, quien llegó a Guerrero Negro en 2013, fue sancionado por la SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA en el 2015 y enfrentó una acusación penal, esto sin que ILDENFONSO GUAJARDO frenara las acciones que el entonces coordinador de Minería, MARIO ALFONSO CANTÚ, emprendió en contra de su subordinado.
Luego JOSÉ DE JESÚS RUEDA Y MORENO llegó a ESSA en 2016, esto por recomendación del mismísimo MARIO ALFONSO CANTÚ, y desde entonces desfilaron cuatro directores más, entre ellos el sudcaliforniano ANTONIO AVILÉS ROCHA.
Para desgracia de él, durante su gestión aplicó un método que favoreció directamente a paisanos y parientes, llevando en el pecado su penitencia, pues hasta el subsidio que autorizó para los productos de la canasta básica vendidos en el supermercado de la localidad fueron investigados por el COMITÉ INTERNO DE CONTROL.
Después aquella venta de 60 mil 000 toneladas de sal industrial a granel realizada a cuatro clientes ajenos a la corporación nipona fue la gota que derramó el vaso, y ANTONIO AVILÉS ROCHA tuvo que poner pies en polvorosa bajo la promesa de ocupar un nuevo cargo en la CUARTA TRANSFORMACIÓN, pero con la acusación mediática de tráfico de influencias bajo sus hombros, en su lugar la secretaria de Economía TATIANA CLOUTHIER, designó al constructor regiomontano GREGORIO EDGAR CAVAZOS.
Por eso se señaló al inicio de este espacio que en la última década lo único inamovible en Exportadora de Sal ha sido KENTARO NAGO, pues han pasado como directores EDMUNDO ELORDUY DALHAUS quien entregó el cargo al ex diputado priista JORGE HUMBERTO LÓPEZ PORTILLO, quien a su vez fue sustituido por PEDRO SILVINO XAVIAR LAZCANO, ex oficial mayor de la SEDATU cuando JORGE CARLOS RAMÍREZ MARÍN estuvo al frente de esa dependencia.
Luego FELIPA DE JESÚS QUIÑONEZ estuvo como encargada de la dirección de Exportadora de Sal por la salida de PEDRO SILVIO XAVIER LAZCANO, quien pasó al FIDEICOMISO DEL FONDO MINERO, y después EDUARDO KUKUTSCHKA le entregó a ANTONIO AVILÉS ROCHA en febrero del 2019, para que meses después cayera en desgracia y fuera removido, por lo que queda claro porque los comentarios de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en el sentido de que la mina de sal ha sido saqueada y que presenta adeudos por malos manejos administrativos; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .