Por Alejandro Barañano
Hace unos días quien sigue cobrando como contralor municipal de la ciudad de La Paz, ERNESTO ALONSO RODRÍGUEZ HURTADO, dio a conocer que se habían iniciado una serie de pesquisas para abrir carpetas de investigación por el delito de uso indebido de facultades en contra de tres funcionarios que ya fueron inhabilitados, pero muy al estilo de la administración de la “ingeniera” no se mencionaron nombres –supuestamente– que para no entorpecer las indagatorias.
Así, que quien fue dado de baja de la AUDITORÍA SUPERIOR DEL ESTADO el 6 de marzo del año 2020, –justo cuando MILENA QUIROGA ROMERO era diputada local y quien por cierto votó a favor de su destitución por haberse “embuchacado” a su favor 19 meses de salario a la razón de 70 mil pesos mensuales– reveló que existía una “RED DE CORRUPCIÓN” que fue descubierta porque un terreno que tiene un valor aproximado a los 96 millones de pesos, debía generar un pago catastral de alrededor 4 millones de pesos, y solo liquidaba 16 mil pesos durante la gestión del ahora diputado federal RUBÉN GREGORIO MUÑOZ ÁLVAREZ.
¿Pero qué cree usted que pasó? Pues que de nueva cuenta y muy al modo de MILENA tampoco se dieron a conocer los nombres de los presuntos implicados en el asunto, como tampoco la localización del dichoso predio, y solo de manera ambivalente balbucearon que se trataba de alguien que insistía en conseguir unas constancias mediante un servidor público que ya había sido denunciado por su posible participación en la “RED DE CORRUPCIÓN”. ¡No “pos” gua dijo el perro!
Además el contralor “trinquetes”, o sea ERNESTO ALONSO RODRÍGUEZ HURTADO, aseveró que se trataba de un hecho muy lamentable que se venía arrastrando desde la administración pasada, la cual aseguró ha dañado las arcas municipales.
También sostuvo durante su chacoteo, que la investigación se viene dando desde diciembre del año pasado, esto cuando las modificaciones catastrales se produjeron desde el sistema y que beneficiaba claramente a alguien externo del gobierno. Pero de nombres, mejor ni hablamos, todos quedó otra vez en dichos y nada más. ¡BONITA COSA!
Todo este arguende en los que está metida la alcaldesa ha traído consigo que el ramo de la construcción de La Paz esté sumamente incomodo por la abismal INEFICIENCIA E INCOMPETENCIA de muchos de los funcionarios municipales que MILENA QUIROGA ROMERO premió sin ton ni son con un oficina burocrática sin tener la menor capacidad para ello, trayendo por ende que existan sobre la mesa un sinfín de licencias detenidas por culpa de esos mal definidos “SERVIDORES PÚBLICOS”.
Para darnos una idea real de la magnitud del rezago que existe en el rubro de permisos de construcción, la propia MILENA QUIROGA ROMERO a finales de febrero pasado en una entrevista radiofónica dijo que en los primeros 100 días de su gobierno había un rezago de 117 permisos que estaban en trámite de licencias, obras nuevas, remodelaciones, construcción, demolición y urbanización, entre otros, y que a la fecha sumaban ya 741 trámites solicitados atorados, lo que demuestra claramente no ha podido con el berenjenal en el que se metió y que por eso busca culpar a los gobiernos pasados para salir del paso.
MILENA QUIROGA ROMERO, quien dice tiene sobre sus hombros lo pesado del quebranto que le vienen ocasionando las pasadas administraciones, no quiere entender que la ineficiencia de sus funcionarios no solo la perjudica a ella sino a la misma industria inmobiliaria, pero aun con ello se sigue escudando en que son herencias cuando en realidad –y ojalá pueda aceptarlo– se debe al bajísimo perfil que poseen muchos de los elementos de su gabinete, tan así que en vez de nombrar a un ingeniero o ingeniera, o a un arquitecto o arquitecta para el área de GESTIÓN INTEGRAL DE LA CIUDAD, tuvo la “brillante ocurrencia” de designar una psicóloga. ¡PUES NI COMO AYUDARLA!; por lo que mejor quienes to escribe seguirá BALCONEANDO. . .
