BALCONEANDO / REGRESA LA AMENAZA

Por Alejandro Barañano

 

Está volviendo a tomar relevancia en las redes sociales el caso de la mina en San Antonio “LA PITALLA”, esto porque trascendió que ahora cuentan con un nuevo dueño, y se trata de la empresa canadiense HELIOSTAR METALDS LIMITED, quien el pasado 5 de diciembre reveló que compró todas las acciones emitidas y en circulación de AUREA MINING INC.

Ahora bien, a través de un comunicado se explica que el “PROYECTO DE ORO DE SAN ANTONIO” es un desarrollo en etapa avanzada, el cual estaba detenido debido a un permiso ambiental pendiente pero que HELIOSTAR METALS LIMITED obtendrá la opción de adquirir una participación del 100 por ciento en el proyecto al obtener este permiso, lo que da pauta a pensar que regresa nuevamente la amenaza de la minería tóxica al lugar.

Aunque este proyecto es distinto totalmente al de “LOS CARDONES” que se ubica cerca de la Sierra de la Laguna y por el cual el presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR se posicionó en contra, al igual que lo hizo el hoy gobernador VÍCTOR MANUEL CASTRO COSÍO, muchos pensaron que el problema de la MEGA MINERÍA TÓXICA ya se había terminado solo porque ambos dijeron “no a la minería en Baja California Sur”, pues lamentablemente no es así ya que la amenaza persiste, pues las concesiones son válidas por 50 años y se pueden extender hasta 100 años, según informó recientemente el FRENTE CUIDADANO EN DEFENSA DEL AGUA Y LA VIDA.

Pero todo esto no es nuevo, pues cabe recordar cuando la ciudadanía se aprestaba a enfocar sus baterías para la integración de una ley que estableciera zonas de salvaguarda en contra la MINERÍA TÓXICA, época cuando se reactivó otro conflicto medioambiental: El del Proyecto Unidad Minera San Antonio de la compañía minera “La Pitalla” SA de CV.

Tan es cierto todo esto, que un nuevo trámite de aprobación para el cambio de uso de suelo de los terrenos fue solicitado –en febrero de 2019– a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, se reactivó el conflicto minero a todo lo que dio.

Ahí los promoventes y los ciudadanos opositores se encontraron en aquellas fechas en el Casino Bellavista de la ciudad de La Paz para celebrar una Reunión Pública de Información coordinada por la SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES sobre las implicaciones que el emplazamiento minero tendría en la región.

Por un lado, –los promoventes– se habló de los grandes beneficios económicos y laborales que según dejaría este tipo de proyectos; y por el otro, –los activistas opositores– se expuso sobre los riesgos de contaminación de suelos y acuíferos, así como los altos niveles de consumo de agua que una empresa de tal magnitud conlleva y lo que ello significaría en un estado como BAJA CALIFORNIA SUR donde el agua escasea.

Durante aquel conflicto que se generó por el proyecto “LOS CARDONES”, los empresarios mineros desplegaron una táctica acarreando hasta el lugar a guardias de seguridad uniformados, quienes incluso los estuvieron custodiando durante su exposición al interior de la Sala de Sesiones del Cabildo.

Tan aprendieron la lección los de la minera “LA PITALLA”, que llevaron a cientos de acarreados de las colonias más humildes de La Paz, así como a vecinos de otros lados incluidas comunidades como la de EL TRIUNFO, SAN ANTONIO y LOS PLANES en 17 camiones turísticos que usaron para la transportación, cooptados todos ellos por un desayuno y una comida, una playera blanca con la leyenda “SÍ A LA MINA” en letras verdes y 250 pesos pagaderos al final del evento. ¡QUIHÚBOLE!

También los partidarios del proyecto minero “LA PITALLA” han intentado amedrentar a los ciudadanos interesados en su devenir político-ambiental con un aparatoso grupo de seguridad privada; han pagado unos cuantos pesos por el aplauso de centenares de personas que acarrean a las reuniones informativas y han comprado las fanfarrias de muchos seres humildes del municipio de La Paz. Por eso es que decimos que REGRESA LA AMENAZA; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .