BALCONEANDO / ¿TESTAMENTO POLÍTICO?

Por Alejandro Barañano

 

HUGO CHÁVEZ, presidente de la llamada “República Bolivariana de Venezuela”, fue en su momento diagnosticado con cáncer y lo que hizo inmediatamente fue anunciar a NICOLÁS MADURO como su sucesor.

Así era considerado un moderno dictador sudamericano, resaltaba lo que para él eran cualidades extraordinarias de quien –en caso de ausencia definitiva– debía sucederle en el poder y continuar con su revolución socialista.

Pero en realidad, y aunque muchos lo quieran negar, fue la lectura de un TESTAMENTO POLÍTICO en una tierra dominada por un gobierno autócrata; presidido por alguien capaz de pasar por encima de la Constitución o incluso renovarla a su antojo.

Por fortuna en México existe una Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la que consideramos como la CARTA MAGNA y LEY DE LEYES, la cual está por encima de cualquier otra ley o reglamento y, más aún, por encima del gobernante en turno que ante un exceso en el ejercicio de sus atribuciones podría arriesgar a que “la Nación le demande” su falta de cumplimiento.

Y lo digo porque ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR al reaparecer ante las cámaras luego de haber sido intervenido con un cateterismo en el Hospital Militar, se atrevió a anunciar que había elaborado un “TESTAMENTO POLÍTICO” que se llevaría a la práctica ante una ausencia definitiva, es decir, ante su posible fallecimiento.

Como el oriundo de Macuspana, Tabasco, carece de expresiones originales, ya que muchas de sus frases las escuchó antes de labios de su “amado comandanteHUGO CHÁVEZ, cabe ahora la posibilidad de que dentro de poco tiempo se atreva a dar el nombre de quien sería la figura ideal para sucederle en el cargo.

Y ojo, porque no es muy descabellada esa suposición, sobre todo si estamos frente a un mandatario que ha mostrado anteponer sus emociones a las normas establecidas en la CONSTITUCIÓN POLÍTICA del país, y la cual prevé el procedimiento a seguir en caso de una ausencia física del Presidente de la República. ¡Punto final!

Sin embargo, para ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR eso no cuenta, pues está convencido de que los millones de mexicanos que aún le siguen lo cubrirían de gloria siempre que disponga unilateralmente el manejo del país, y con esa actitud y ese anuncio, definitivamente se corrobora su convicción autoritaria y dictatorial.

Pero horas después de establecer la redacción de su supuesto “TESTAMENTO POLÍTICO”, la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República se preocupó por “rectificar” lo expuesto por el tabasqueño, y justificó la no existencia de ese documento ante un notario público sino sólo en relación a su imagen y nombre. ¡Mira pues!

En realidad, y ante la posibilidad de su ausencia física, ANDRÉS MANEUL LÓPEZ OBRADOR no oculta su enorme deseo de ajustar el poder su capricho personal y no a la vigencia de la Ley.

Y aunque ahora vemos que el PRESIDENTE DE MÉXICO muestra buena salud y energía para el cumplimiento de su trabajo, habrá que tener la plena seguridad de que no doblará las manos ante su esfuerzo de lograr implementar un RÉGIMEN DICTATORIAL. Y ante eso hasta un ciego podría ver el objetivo; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .