Por José Luis Puga Lizardi
Pirotecnia Política: Está llegando la época en que la honorabilidad es la excepción y la traición es la norma. (Mario Vargas Llosa)
En Baja California Sur, está en boga el proceso de desmantelamiento del Partido Revolucionario Institucional y Partido Acción Nacional, quienes ostentan los más antiguos registros como institutos políticos en el País; cada día se acentúa su desintegración y hasta hoy –como dice el Payaso Brozo- nadie lo puede remediar.
Esta situación provoca entre los Priístas y Panistas, una percepción malísima para sus aspiraciones, basadas en trabajo opositor pero cada vez con menos “tropa” misma que está aniquilada en vida por sus diferencias personales, fundamentadas más en el ego, deseos de venganza y revancha, otros hasta por algún empleo o negocios; el tema ideológico está rebasado.
El plan está en marcha y poco a poco los partidos “grandes” se están haciendo chicos, al menos en el número de militantes y figuras representativas; se puede argumentar que las tránsfugas son gente malagradecida que deja a los institutos políticos que –a algunos- les ha dado tanto y que en la actualidad, ya no pueden proveer más; pero en todo esto, nadie puede coartar el derecho legítimo que tienen de aspirar a más y si de paso pueden cobrar “facturas” en el terreno electoral, todo comienza a tener sentido.
No son tiempos electorales y a pesar de ello, a los que cambian de “color” les dura poco el “luto”, un día se quitan una camisa y amanecen con otra; el trabajo anticipado indica que a este paso cuando lleguen los tiempos, la oposición estará desarmada, mientras que el Movimiento de Regeneración Nacional, Partido Verde Ecologista de México y Movimiento Ciudadano, fortalecidos.
El debilitamiento que están viviendo el PRI y PAN en Baja California Sur, es en parte estrategia de quienes los quieren ver desaparecer; pero esta situación no es el único factor, ya que las viejas rencillas y diferencias de grupos son profundas; los que se fueron en esta fecha, no lo hicieron antes porque no había ningún tipo de alternativa, tampoco ofrecimientos concretos en el terreno laboral y político. ¿Qué les darán o prometieron? Pronto se sabrá.
Los que ya abandonaron –por los intereses que haya sido- a sus partidos de origen, no serán los últimos y conforme pasen los meses el escenario cambiará considerablemente, ya que ningún instituto político estará exento del reacomodo que se generará cuando los grupos en el poder se sienten a “repartirse” el pastel de cara al proceso electoral del 2024, así vayan solos, en alianzas o coaliciones, incluso en candidaturas comunes.
Quienes hoy se están cambiando de camiseta, tendrán cierto derecho de antigüedad, por eso se sostiene la hipótesis de que algo les han ofrecido y la baraja de posibilidades es vasta, ya que habrá espacios de elección para la nueva integración del Senado de la República, Cámara de Diputados Federal, Congreso Local, Alcaldías con todo y Cabildos, hasta delegaciones municipales, aunque parezca broma. Ya veremos.
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