Por Luis Miguel Aragón
El debate de ayer entre los candidatos a la elección presidencial no ayudó en nada a los indecisos a decidir su voto. No podemos hablar de un ganador o ganadora. Ganaron las preguntas de la gente que estuvieron muy por encima del formato del mal llamado debate.
Claudia Sheinbaum utilizó una defensa que envidiaría Floyd Mayweather Jr. Pues los golpes que recibió nunca la pusieron mal. En su esquina trabajaron bien, Sheinbaum se notó con aplomo, y se mantuvo en la continuidad de los programas de la Cuarta Transformación, esto le ayudó a mantener la aceptación que ya traía antes del debate.
A Xóchitl Gálvez, le pusieron una camisa de fuerza, no la dejaron ser la Xóchitl que hace clic con la gente y que por culpa de sus asesores no capitalizó los temas que se eligieron en este ejercicio acartonado. En un balance de este primer debate, perdió tiempo. Y lo pudieran lamentar el 02 de junio próximo.
Por su parte, Jorge Álvarez Máynez, de la franquicia Movimiento Ciudadano, se puede sentir satisfecho, más no ganador, creo que más gente lo identificará por su cara con sonrisa congelada, pero además aprovechó el foro para mostrar que aparte de que le gusta la cheve también le entiende a la política.
Si estuviéramos obligados a mencionar a un perdedor en este primer debate, seguro estamos que fue el INE, por el formato, por el manejo de cámaras, por los errores en el cronometro.
Luego entonces fue tiempo perdido. Seguimos esperando que la elección prenda, y que la población avasalle a estos tres personajes, ejerciendo su voto el 02 de junio próximo.
