Por Luis Miguel Aragón
Llueven los registros en Morena para competir por las 16 diputaciones locales que se jugarán por mayoría relativa, así como por las cinco alcaldías. Se calentaron hasta los de corazón frío, los apáticos, los soberbios, los perezosos, los que no han dado resultados en su encomienda actual, los que tienen dinero, los que no tienen vergüenza, los que si trabajan, los que caen bien, lo malencarados. Son muchos los que aspiran a una candidatura de elección popular y posteriormente si ganan a disfrutar las mieles del presupuesto.
No será fácil para Morena, pues hoy se sabe cuantos son los apuntados, pero, no olvidemos que de las 16 candidaturas a las diputaciones y las 5 alcaldías le tienen que repartir espacios a la chiquillada que los acompañara en la próxima contienda electoral. Me refiero que le tienen que descontar los escaños para la franquicia del Partido Verde, también le toca a la franquicia del Partido del Trabajo, se apunta el PANAL y también para el avasallante Fuerza por México.
Es necesario recordar que están obligados a considerar como candidatos a legisladores y presidentes municipales, síndicos y regidores, a miembros de las comunidades indígenas y afromexicanas; a discapacitados y a integrantes de la Diversidad Sexual. Lo anterior reduce el margen de repartición.
Los nombres completos se los digo en una próxima columna, pero si puedo decir que habrá de todo como en el mercado, de chile, de mole y de manteca. Algunos personajes que están tan interesados en servir al Estado, que se inscribieron en dos listas. Se apuntaron los cuatro jinetes del apocalipsis, aquellos que piden no reelección. Se inscribieron también Diputados de la actual Legislatura, sin miedo a reprobar en la evaluación. De igual manera se registraron personajes que la gente les quiere dar la oportunidad de representarlos. Y se apuntó gente probada, que ha dado respuesta a la población y que debe seguir sirviendo.
En fin, la primer aduana son las encuestas, veremos quién se queda y quién se va.
