Por Alejandro Barañano
Frente a la renuncia que presentó a la Comisión Instructora la legisladora BLANCA BELIA MÁRQUEZ ESPINOZA, el diputado JOSÉ MARÍA AVILÉS CASTRO declaró que se trataba simplemente de un acto irresponsable y de mala fe, además de que consideró que si la diputada de extracción panista se quejaba por la tardanza con la que ha sido manejado el proceso, el renunciar como lo hizo retrasaría aún más el proceso de desafuero en contra JUAN PÉREZ CAYETANO, ello por estar acusado de violencia sexual.
El mismo “CHEMA” AVILÉS –como le dicen sus amigos y uno que otro llevado– aseguró que respecto al caso del guerrerense, la Comisión Instructora que se formó para tal proceso está trabajando de manera cuidadosa y pulcra, e incluso insinuó que la posición de la diputada BLANCA BELIA MÁRQUEZ ESPINOZA podría ser un acto de mala fe o de “politiquería.
Luego de esto el inculpado, o sea JUAN PÉREZ CAYETANO, como que se envalentonó y decidió emitir un video en torno a la renuncia de la diputada a dicha comisión que lo investiga, donde expresó que con tal acto ratificaba lo que ya se habían figurado desde su bancada, es decir, que es un acto netamente político, y agregó que podría ser también un tema de racismo y discriminación a su persona.
Así, a modo de victimización, quien vio por primera vez la luz en el poblado de MARQUELIA, GUERRERO, sostuvo –en el video antes comentado– que había gente que no logra superar que un indígena, o más bien un afromexicano, sea parte del CONGRESO DEL ESTADO, por lo que –según él– simplemente están buscando la forma de perjudicarlo, e incluso se envalentonó con una singular soltura y puntualizó fehacientemente que estaba dispuesto a comparecer ante las autoridades y defenderse conforme a derecho.
Pues bien, luego entonces muchos pensaron que porque el diputado JUAN PÉREZ CAYETANO, quien ha sido sujeto a un extrañamente largo procedimiento denominado “JUICIO DE PROCEDENCIA”, ahora se hace la víctima acusando racismo y discriminación en su perjuicio, ya que resulta curioso que no tenga los tamaños necesarios para aceptar que alcanzó la curul donde se postra por mera cuota de etnia, y ahora nos sale invocando su color de piel y su supuesto origen para poder hablar de racismo. ¡POR FAVOR!
Lo que debería de entender tan peculiar personaje, es que en un estado de derecho a los agresores sexuales no se les discrimina, simple y sencillamente se les persigue y se les castiga con total severidad tal y como lo marca la ley.
Pero para este diputado nacido Guerrero, la oportunidad que pide para defenderse es desde la comodidad de su curul y apoyado en la plena complicidad de sus pares que se niegan a retirarle de una vez por todas el llamado fuero, cuando en realidad si quisiera “defenderse” como asegura, debería de dejar de hacerse la víctima y renunciar a su inmunidad procesal, fajándose los pantalones y presentándose ante la autoridad para responder a la imputación que se le viene formulando. ¿O acaso me equivoco?
Y lo digo porque es una total y verdadera vergüenza que JUAN PÉREZ CAYETANO cobre –bien cobrado– por el simple hecho de dizque “representar” a los sudcalifornianos. ¡POR FAVOR!; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .
