Por Alejandro Barañano
A mi abuelo lo evoco cada vez que puedo, pues siempre mantenía un pensamiento a flor de piel y que para fortuna me dejaba múltiples enseñanzas a través de sus pláticas, las cuales una y otra vez estaban plagadas de verdades absolutas.
También acostumbrada –como correspondía a la vieja usanza– incluir refranes populares durante sus prédicas, y recuerdo perfectamente cuando en más de una ocasión me dijo: “La traición es arma de la que sólo se valen los que son incapaces de toda lucha franca y honrada”.
Ahora bien, sabemos que la traición consiste en defraudar amigos, grupo étnico o político al cual se pueda pertenecer, y esto lo traigo a colación porque RAYMUNDO ZAMORA CESEÑA desde que inició su proyecto para ir en pos de la Delegación Municipal de Cabo San Lucas, vociferó muy a su estilo –soberbio y arrogante– que haría de la lealtad su principio de conducta y que buscaría que ella se convirtiera una costumbre para hacer política, y a la postre resultó que eso es totalmente falso de toda falsedad.
Sabemos que a espaldas de quien le ha tendido la mano en todo momento, o sea OSCAR LEGGS CASTRO, lleva semanas reuniéndose en lo oscurito con personajes de pésima reputación pública con el único fin de desgastar y enfrentar al alcalde de Los Cabos, mostrando así su verdadero rostro: El de la TRAICIÓN.
Luego entonces RAYMUNDO ZAMORA CESEÑA encaja a la perfección con el tipo de personas que le da por embaucar sin valorar las consecuencias de sus falsedades, por lo que está visto que por eso adopta a la TRAICIÓN como su rol más natural ante propios y extraños, creando simplemente sistemas de conspiración y engaños ficticios tratando con ello de sostener las falacias en las que viene incurriendo.
Está visto que el todavía DELEGADO MUNICIPAL DE CABO SAN LUCAS seguirá traicionando una y otra vez porque esa es su costumbre, al grado que la argucia y la deshonestidad ya forman parte de su personalidad, pues no puede entenderse como RAYMUNDO ZAMORA CESEÑA está a la vista de todos plagado de contradicciones, y que un ejemplo de ello es cuando repite una y otra vez que la lealtad siempre ha sido su principio de conducta, por lo que busca –según él– convertirla en la forma de hacer política, cuando en realidad lo que permea en tan taimado funcionario delegacional es la burla, traición y la mentira.
Si hoy tuviese la oportunidad de decirle a aquel hombre cabal que lo que he aprendido a través de sus refranes populares me ha dejado muy en claro muchas cosas, sobre todo por aquello que expresaba: “La traición es arma de la que sólo se valen los que son incapaces de toda lucha franca y honrada”; entonces le diría que razón tenías abuelo, pues visto está que a RAYMUNDO ZAMORA CESEÑA no se le puede creer aun y cuando hable con la verdad, pues con el tiempo hemos descubierto su modo tan peculiar que tiene de actuar tras bambalinas, ya que no solo no cumple con su palabra sino que no sabe tampoco guardar fidelidad a quien lo apoyó desde siempre, convirtiéndose así en un ejemplo vivo de otro JUDAS ISCARIOTE que vendió a su maestro por treinta monedas de plata; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .
