FACTOR POLÍTICO / APROBAR O REPROBAR

Por Luis Miguel Aragón

 

 En el anteproyecto para el ciclo escolar 2021-2022, publicado por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) y la SEP Federal, establecieron que: bajo ninguna circunstancia los estudiantes inscritos en cualquier grado del nivel básico pueden ser reprobados. La calificación mínima que se debe colocar en la boleta será 6.0. Aquellos alumnos y alumnas que cursan algún grado de secundaria y no obtengan una calificación aprobatoria, tienen la oportunidad de hacer exámenes extraordinarios hasta que aprueben el año escolar.

Este tema da para un debate extenso y de investigación precisa, pues es todo un universo el que converge en el. Y por tanto, me dí a la tarea de revisar que han escrito algunos investigadores sobre este importante suceso.

En 1975 Jackson escribía que  no hay evidencias que indiquen que la reprobación es más benéfica que la aprobación para los alumnos que tienen serias dificultades académicas o de ajuste […] Por consiguiente, aquellos educadores que hacen repetir un grado a sus alumnos lo hacen sin evidencias válidas de que tal tratamiento traerá más beneficios que promover al grado siguiente a los alumnos con dificultades académicas o de ajuste.

Es una situación especial la que sucede en la actualidad puesto que, como lo dijo Marshall McLuhan, somos una aldea global, no solo en cuanto a la comunicación-información. Ahora somo más cercanos. Viajamos más. El comercio mundial está en su apogeo y con ello las guerras y las enfermedades. Todo ello ha puesto en jaque al planeta, pues los problemas no se pueden aislar.

Retomo a los expertos en educación, en 2003 Crahay señalaba que:  ¿Habría entonces que atribuir toda la responsabilidad del fracaso escolar a los maestros, y reprocharles su falta de habilidad o su mala formación? Eso sería demasiado fácil y, sobre todo, irresponsable, porque llevaría la discusión a un callejón sin salida […] Si es verdad que los maestros consideran normal cierta tasa de fracaso, sucede lo mismo con los padres de familia. Para unos y otros la repetición es una práctica educativa eficaz y, sobre todo, legítima. Basta pedir a maestros, padres o alumnos que imaginen una escuela en la que no haya repetidores para provocar sorpresa, incomprensión y, a veces, indignación.

Insisto que el contexto actual es muy diferente, el proceso de enseñanza-aprendizaje se ha transformado y la pandemia vino a acelerarlo. La academia se digitalizó. Se tuvo que pasar de una educación presencial a clases en línea, y con ello se desorganizó todo el sistema, no solo el educativo, también el familiar.

Los padres aparte de sus obligaciones en la familia, se debieron ocupar de sus estudiantes en casa. A los Maestros les pasó lo mismo, aparte de sus obligaciones en su trabajo, tuvieron que arreglarselas para atender a sus hijos estudiantes en casa.

Felipe Martínez Rizo, Profesor – Investigador de la Universidad de Aguascalientes abordó este tema de manera precisa en una investigación llamada ¿Aprobar o reprobar? En la cual señala que: en el marco del papel de la evaluación en el mejoramiento de la calidad educativa, se discuten las consecuencias que pueden tener las evaluaciones del rendimiento de los alumnos que los maestros aplican al final del ciclo escolar. El trabajo se centra en una revisión del estado del conocimiento sobre el tema y de las prácticas internacionales al respecto. Se encuentra que la investigación no apoya la idea, ampliamente arraigada, de que reprobar a quienes no obtienen resultados satisfactorios produzca un rendimiento superior la segunda vez que se cursa un grado. La investigación y la experiencia soportan la práctica alternativa de promoción automática, acompañada de evaluaciones de enfoque diagnóstico y formativo, que apoyen esfuerzos de atención individual de los alumnos, en función de su avance y sus necesidades individuales. Se propone que una política de promoción cuasi-automática de los alumnos, con las debidas precauciones y junto con otras medidas, podría contribuir a mejorar tanto la cobertura como los niveles de rendimiento en el sistema educativo mexicano.

Con las determinaciones que han tomado las autoridades de SEP y tratando de soportarlas con las investigaciones anteriores, esperamos que a los profesores les alcance el tiempo el próximo ciclo escolar para apoyar con esfuerzos de atención individual a sus alumnos. Claro está que sin el interés y disponibilidad de los padres de familia y principalmente de los estudiantes, no habrá planes ni proyectos que den resultados.  Y si no, usted acomodese a sus necesidades.

TEXTO Y CONTEXTO. . .

De regreso a su terruño el político y líder social Alejandro Rojas, luego de un revisión médica favorable, en hora buena. Sin duda se reincorporá en cuanto pueda al trabajo y a la labor social… Siguen las quejas por doquier ante el pésimo servicio de SAPA La Paz, y eso que la temporada intensa de calor apenas empieza.