Por Luis Miguel Aragón
Cada bache, cráter o hueco en el asfalto es sinónimo de corrupción. En Baja California Sur hace muchos años que circulan una gran cantidad de vehículos por las ciudades y carreteras.
Los dos recientes huracanes que costearon la entidad “Javier” y “Kay”, dejaron por fortuna bastante agua, y con ello salió a flote un grave problema que está presente en los cinco municipios de BCS, las calles y carreteras están hechas con plastilina, con maseca o con lodo, pues las vialidades se han convertido en zona de desastre.
Hay calles que pareciera que regresaron los Dinosaurios dejando sus huellas plasmadas. Otras parecen imágenes de países en guerra en las cuales se percibe la destrucción que dejan las bombas y misiles.
Aumenta el riesgo de manera considerable el daño que puede sufrir tu carro en la suspensión y llantas, principalmente. Súmale que ya de por sí el tráfico en la ciudad es insostenible, luego de estos cráteres que aparecen después de cada lluvia se vuelve un caos total y a veces hasta violento.
Seguro que aumenta el número accidentes viales, pues es un riesgo constante para los conductores y sus pasajeros que cuentan con segundos entre decidir si pasar el bache, lo evitan desviando su trayectoria o frenar abruptamente, al mismo tiempo que debe de tener precaución de no provocar que lo choquen por la decisión que tome.
Son los tiempos de que se apliquen las leyes a aquellos funcionarios y/o empresas que utilicen materiales de mentiras y con ello estén incurriendo en la corrupción que tanto nos ha afectado.
Han transitado gobiernos de diferentes colores, pero los resultados han sido los mismos. Miles de metros cubicos recarpetados y las calles con baches o mal parchadas.
Sin ser experto pareciera que la solución es el concreto hidráulico. Pues precisamente con estos meteoros antes mencionados, las callles que hicieron o están haciendo con este material no sufrieron daño, no así en las que utilizaron asfalto que se volvieron de chicle.
En fin, son los tiempos de hacer la cosas bien, para que duren y que el dinero público no se vaya al caño. Además de hacer cumplir las leyes.
TEXTO Y CONTEXTO. . .
Antes, durante y después de los meteóros Javier y Kay, el Gobernador, Víctor Castro, organizó a sus funcionarios por todo el Estado para hacerles frente. Hasta el momento se sigue trabajando y el balance es positivo.
El que no se cansa de “Jalar” es el profe Leggs, quién luego de atender a su gente en el municipio de Los Cabos al paso de Javier y Kay, se trasladó al municipio de Mulegé, acompañado de su equipo de trabajo y fue a llevarles maquinaria, despensas y a poner manos a la obra para ayudar a los hermanos muleginos.
