BALCONEANDO / CUESTIÓN DE NÚMEROS

Por Alejandro Barañano

 

Será el próximo viernes cuando la denominada Cuarta Transformación asuma el poder político en Baja California Sur con Víctor Manuel Castro Cosío a la cabeza, y seguramente que se hará respetar la política de Austeridad Republicana que tanto pregonan, pues las condiciones como recibirán las arcas del pueblo estarán diezmadas.

Y lo digo porque la gestión gubernamental que entrará recibirá una deuda a largo plazo y pasivos que superan los 4 mil millones de pesos; tal y como se puede comprobar en los documentos que la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado entregó a la Secretaría de Hacienda.

Esto está basado porque los reportes del gobierno que está por irse no contrató más deuda a largo plazo ni tampoco saldó en su totalidad los empréstitos a corto plazo que ascendían alrededor de los  600 millones de pesos y que suscribió con tres instituciones bancarias. Una de 100 millones con Santander, otra de 300 millones con Bancomer y la tercera de 200 millones con Banorte.

Otro dato interesante que habrán de analizar es que en la revisión preliminar que realizaron los que llegan detectaron que se tenían servidores públicos que percibían más de 100 mil pesos mensuales, por lo que seguramente una de las primeras indicaciones que se darán a partir del 10 de septiembre será reajustar los salarios para que los excedentes sean dirigido a las necesidades más apremiantes de la población.

Ahora bien, habría que recordar que en el año del 2015 el endeudamiento a largo plazo del todavía gobierno del “Mejor Futuro” sumaba cerca de mil 600 millones de pesos, y a seis años de distancia dejarán un endeudamiento total de 2 mil 59 millones 563 mil 287 pesos.

Esos créditos a largo plazo de que los que hablamos son con Banamex por 735 millones 643 mil 878 pesos; dos créditos adicionales con Banobras, –uno por 661 mil 736 millones 630 pesos y otro por 658 millones 403 mil 572 pesosasí como también un adeudo al Fovissste que asciende a 3 millones 779 mil 208 pesos.

Aunado a todo esto, el gobierno de la Cuarta Transformación tendrá que ajustarse el cinturón en lo relativo en aquello de los gastos de las giras, razón por lo cual el próximo gobernador tendrá que viajar y ser acompañado solamente por el personal indispensable.

Otro rubro que deberán de cuidar será lo relativo a los vehículos oficiales, ya que habitualmente se pueden descubrir hoy en día en los domicilios de muchos servidores públicos, y sobre todo que la gasolina sea aplicada de manera correcta para canalizarse de la mejor manera.

Además el capítulo donde mayores pasivos encontraran los que están por llegar al Palacio de Cantera será en el catálogo de “Otros Pasivos”, una sección donde se acumula la deuda a proveedores, laudos laborales y pago por servicios.

Y lo digo porque en el año 2015, época cuando comenzó a ponerse de moda las guayaberas, se reportaba un endeudamiento bajo el catálogo de “Otros Pasivos” de poco más de 6 millones de pesos, y al corte de julio de este año se puede descubrir que ese apartado ronda por el orden de los mil 971 millones 338 millones 285 pesos.

Si el buen Pitágoras no se equivoca, y sumamos los dos rubros comentados, veremos que la cifra asciende a un total de 4 mil 30 millones 898 mil 572 pesos, que comparados con los mil 600 millones de pesos que recibieron como endeudamiento en el año 2015 la administración saliente, representa un aumento total del 152.7 por ciento.

Ahora podría quedar en claro porque al inicio de este espacio señalamos que cuando la denominada Cuarta Transformación asuma el poder político en Baja California Sur con Víctor Manuel Castro Cosío a la cabeza, seguramente harán respetar la política de Austeridad Republicana que tanto pregonan, pues las condiciones como recibirán las arcas del pueblo estarán por demás diezmadas; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .