Por Alejandro Barañano
No hay duda alguna que la educación en México padece una severa crisis producto de la falta de planeación y rumbo claro, y parte de la problemática sin duda alguna es la carencia de continuidad en la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA federal, pues en cuatro años ha cambiado ya tres veces de titular.
Por ejemplo, en el tema de la certeza laboral para los docentes, el Presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR anunció con bombo y platillo que se otorgaron 650 mil plazas, y que en particular en Oaxaca se dieron 30 mil porque a decir del tabasqueño “se han portado muy solidarios con el movimiento”. Luego entonces uno se preguntaría: ¿Porque a Baja California Sur se le han negado las 3 mil plazas que han estado solicitado? ¿Será por falta de solidaridad o por falta de interés?
Y es que mientras no se mejoren las condiciones laborales a los trabajadores de la educación no se va a mejorar el tema educativo, razón por lo cual se vive un panorama gris en la materia, tan así que ocupamos uno de los primeros lugares en rezago educativo tras la pandemia y, lamentablemente, no hay rumbo ni hay un programa que nos lleve a pensar de manera optimista.
En cuanto en materia de presupuesto para el 2023 no se percibe nada extraordinario, y por ello seguirán sin respuesta los profesores de inglés, como tampoco habrá respuesta para los asesores técnico-pedagógicos, ni mucho más plazas para BAJA CALIFORNIA SUR.
En materia operativa, en el “Nuevo Plan de Estudios” está marcado que sólo el 16 por ciento del personal docente asegura que fue consultado; la mitad de los maestros no conoce tan siquiera la propuesta y los demás no están de acuerdo con la misma, ello aunado a que hay muchos especialistas que consideran que es una propuesta muy poca pedagogía pero con mucha ideología.
Tan mal andamos, que la desaparición del programa de ESCUELAS DE TIEMPO COMPLETO fue claramente un retroceso, y aunque los diputados federales lo acaban de rescatar, todavía no se sabe a ciencia cierta qué escuelas van a resultar beneficiadas y cómo es que se va a implementar de nuevo. O sea, seguimos en donde estamos.
Sin embargo y a tres meses de haber asumido LETICIA RAMÍREZ ANAYA la titularidad de la SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA federal, compareció hace unos días atrás por primera vez ante el SENADO DE LA REPÚBLICA, y a raja tabla presumió que se ha recuperado el 99 por ciento de la matrícula en relación con el anterior ciclo escolar.
Sin embargo, y después de tan temeraria aseveración, VERÓNICA DELGADILLO, integrante de la bancada de Movimiento Ciudadano, le reprochó que tras la pandemia el Gobierno de México no supo reaccionar para atender la emergencia en el sector educativo. ¿Por qué? Bueno porque simplemente cerraron las escuelas sin ninguna estrategia para atender a los niños y a los 5 millones 200 mil estudiantes abandonaron la escuela. Por eso nada más.
Parece mentira que en plena recta final del SEXENIO OBRADORISTA se presenten los nuevos planes de Estudio para la Educación Básica, lo que demuestra que no es más que otra ocurrencia, porque tal parece que lo que se busca es adoctrinar a las futuras generaciones de mexicanos para que sean sumisos al poder, sometidos y sin aspiraciones.
Y lo digo porque todo indica que la maestra RAMÍREZ ANAYA será la encargada de asentir a las ideas del presidente, y a echar a andar un proyecto que no tiene antecedentes de su aplicación en ninguna parte. En resumen: está visto que se quiere utilizar a la EDUCACIÓN PÚBLICA como una maquinaria política para la grilla y el adoctrinamiento, esto claro, con recursos del Estado y al servicio del grupo en el poder, aunque cabe decir que por lo que se ve será bastante improvisado y arbitrario; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .
