EN MI OPINIÓN / ARMAS ILEGALES EN MÉXICO

  • Es absurdo pensar que la Corte Norteamericana fallará contra una de sus principales industrias, precisó el Doctor en Derecho Procesal Penal
  • Si de verdad quisiera el gobierno mexicano combatir las armas ilegales, tendría que sellar las fronteras y combatir el crimen organizado que opera en el territorio mexicano

Por Arturo Rubio Ruiz

 

Se sabe que el gobierno mexicano demandó ante un Tribunal Federal de Boston, a Smith & Wesson Brands, Inc.; Barret Firearms Manufacturing, Inc.; Beretta U.S.A. Corp.; Colt’s Manufacturing Company LLC, y Glock Inc., e Interstate Arms, fabricantes y distribuidores de armas estadounidenses.

El argumento central de la demanda es que con sus prácticas comerciales “negligentes e ilegales”, han provocado un gran derramamiento de sangre en México y, lo que se busca es una compensación económica millonaria, no especificada.

Y poner fin a los daños masivos que causan los acusados al facilitar activamente el tráfico ilegal de sus armas a los cárteles de la droga y otros criminales en México, ya que la mayoría de las armas recogidas en escenas de crímenes en México provienen de Estados Unidos.

Nos gustaría saber cuál será el costo de esa peregrina demanda, cuánto tiempo durará el proceso y, cuántos millones de dólares pagaremos a las demandadas, cuando el juicio termine y la Corte Federal condene a México a pagar costas judiciales y la compensación por daño moral que reclamarán y obtendrán las demandadas.

Si de verdad quisiera el gobierno mexicano combatir las armas ilegales, tendría que ocuparse de lo que ocurre en territorio mexicano, sellando las fronteras y combatiendo al crimen organizado que opera en territorio nacional.

Existe el antecedente a nivel local en la Unión Americana, de la demanda que a principios de siglo interpusieron diversas ciudades norteamericanas contra los fabricantes de armas, a quienes responsabilizaron del incremento de la violencia urbana, el costo por el incremento de la presencia policial, las hospitalizaciones y otros accesorios.

Las demandas se estrellaron con el muro de blindaje legal que el Congreso otorgó en la vía de inmunidad a los fabricantes de armas.

Con esta demanda solo ganarán los abogados norteamericanos, de ambos lados de la contienda, que la prolongarán lo suficiente para forrar sus bolsillos abundantemente.