Por Ariel Vilchis
La reapertura de las escuelas es un tema que ha causado controversia en las últimas semanas, sobre todo al acercarse el inicio del nuevo ciclo escolar. Al respecto hay que ser puntuales en algo: en lo personal, como padre de familia, no estoy en contra del regreso a clases presenciales, sin embargo, si estoy convencido de que no es el momento y que aún falta por conocer protocolos y estrategias que permitan un regreso seguro de nuestros hijos a las escuelas.
En ese sentido, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la reapertura escolar es una decisión de los gobiernos que puede ser tomada a partir de la evidencia epidemiológica y el análisis de beneficios y riesgos en materia de educación y salud pública
Hasta ahí vamos bien, pero no podemos pasar por alto el hecho de que en México estamos en el pico de una tercera ola de contagios de coronavirus y aquí en Baja California Sur hace dos semanas nos encontrábamos en el nivel más alto del semáforo epidemiológico, aun cuando al día de hoy estemos en nivel 3 en La Paz y Los Cabos.
De tal forma que lo prudente es reabrir en el momento donde haya menos transmisibilidad del virus, no en el momento más alto según la recomendación de expertos en salud quienes también coincidieron en que se debe tener una preparación ante el regreso a clases de todos los niveles educativos.
Tomando en cuenta que el regreso a clases presenciales debe ser un proceso gradual y a través de mecanismos de distanciamiento físico, regresar a las aulas debe tener un enfoque progresivo/gradual, por regiones y zonas, áreas rurales o urbanas, tomando en cuenta los niveles de contagio y según necesidades educativas”; de ninguna manera se puede pensar de forma general.
Al final de cuentas la apertura de los centros educativos es decisión del gobierno. SI, pero serán los padres de familia quienes determinarán si envían a sus hijos a la escuela, o bien, que continúen su enseñanza en el modelo a distancia. No hay más.
Para concluir, me quedo con una reflexión en el sentido de ¿estamos preparados o no para un regreso a clases presenciales? De acuerdo a la UNICEF para facilitar las acciones de distanciamiento físico se pueden considerar las siguientes medidas:
Alternancia (días/semanas) entre el aprendizaje presencial y a distancia, Horarios escalonados a lo largo de la jornada escolar (tiempos de inicio/final, recreos, almuerzo, entre otros), Turnos múltiples o dobles, Reducir el número de estudiantes en clase.
A diez días de que inicie el ciclo escolar aún no conocemos de manera puntual cómo será, por lo que el primer paso debe ser el de planeación, de preparación, de elaboración de un plan y su ejecución escalonada. Sin embargo, hasta el momento no se ven esas condiciones.
La movilidad que causaría un regreso a clases presenciales de manera general es otro tema aparte, igual de preocupante que regresar sin estar preparados para ello. Ya vemos qué sucede, es mi opinión. Al tiempo…
Sus comentarios a rostrosyperfilesbcs@gmail.com